El Valor de Nuestra Salvación

Mi hijo mayor se encuentra en estos momentos realizando un viaje familiar. Me divierto mucho cuando me llama para contarme sus anécdotas. Una de las más divertidas fue cuando me narró, de forma jocosa, que preguntó el precio de la transportación y le indicaron que eran $30 USD por persona para llevarlo a su destino. A lo que mi hijo le respondió ¿CUÁNTO? Imagínense el rosto del conductor. Luego iba a comprar un “souvenir” y el vendedor puso un precio exageradamente elevado (ya que él lo había visto más económico en otro lugar) y nuevamente al saber el precio, le respondió ¿CUÁNTO? Mi hijo me narraba que estaba asombrado del costo de ciertos artículos ya que nunca se imaginó que esos productos tuvieran un precio tan alto en el mercado.

En mi Libro “Suegras para la Gloria de Dios” las exhorto a pensar en el valor de nuestra Salvación. ¿Hemos pensado en el sufrimiento y dolor por el cual atravesó nuestro Amado Salvador cuando en la cruz pagó por TODOS nuestros pecados? ¿Hemos pensado en cada insulto, humillación y golpe que soportó Jesús para que pudiéramos vivir eternamente a Su lado? Como mujer cristiana, tal vez ya hayas pensado y meditado en esto antes, pero ahora teniendo en mente a nuestros yernos y nueras, te has detenido a pensar: "¿Cuánto es el valor real de la vida de nuestros nuevos(as) “hijos/hijas”? El precio de esa vida lleva el costo de la sangre de Cristo derramada en la cruz. Por lo tanto, cada paso que demos hacia ellos y aunque sea difícil amarlos, recordemos su valor ante Dios y que somos imitadoras del amor de nuestro Salvador que se traduce en sacrificio y entrega. Esto nos llevará a morir a nosotras mismas para enfocarnos en Cristo y así amar de una forma más humilde y perfecta. El fruto del Espíritu Santo nos dará las herramientas necesarias para imitar a Cristo en Su forma de amar". (Suegras para la Gloria de Dios, página 61).

¿Saben algo? Es importante meditar en el valor de nuestra salvación. Pero más importante aún, es pensar que el sacrificio de Jesús y Su preciosa sangre fue derramada también por nuestros nuevos(as)“hijos/hijas”. Esto proporcionará una comprensión más profunda del valor de sus vidas para que aprendamos a amarlos con esa misma entrega."En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia que ha hecho abundar para con nosotros". Efesios 1:7-8